LONDRES.- Siempre fue un predador sexual, pero ahora un compañero de banda agrega que desde hace años está insoportable. Con tantos rumores dando vueltas, no corren precisamente buenos tiempos para Mick Jagger.
Dos estrechos compañeros de ruta del cantante decidieron -casi al mismo tiempo- ventilar sus memorias, que no dejan muy bien parado al cantante de los Rolling Stones. Pareciera que en el camino por lograr "Satisfaction" los otros le eran a Jagger bastante indiferentes, si se les da crédito a las confidencias.
A su mujer la engañó a poco de nacer la primera hija que tuvieron, aún antes de que ella pudiera superar la depresión post parto.
En lo que casi parece una ruptura terapéutica con el pasado, la ex esposa de Jagger, Jerry Hall, quien contra viento y marea procuraba resguardar su intimidad, publicó su biografía el fin de semana. Además subastó obras de arte que datan de los años en los que convivió con Jagger.
Como si esto fuera poco, también su compañero en la banda, el guitarrista Keith Richards, dio a conocer extractos de sus memorias que saldrán a la venta el 26 de octubre. Ninguno de los dos se guarda nada y añaden así nuevas fisuras al mito Jagger.
Hall sufrió sobre todo de la adicción a las mujeres que aparentemente poseía Jagger. "Conseguí apartarlo de las drogas y pensé que podría quitarle también la costumbre de las mujeres", escribe la ex modelo. Durante 20 años asumió la lucha. "Era un peligroso predador sexual, nunca me sentí segura con él", afirmó.
A pesar de los cuatro hijos en común y del casamiento que se suponía debía afianzar a la pareja, la angustia fue en vano. En 1998 Hall se divorció luego de enterarse de que Jagger esperaba un hijo tras uno de sus affaires. "Fue demasiado", indicó Hall.
Ella vive ahora junto con sus hijos en Londres y parece haber superado el trauma en torno de Mick. Catorce obras de arte de su colección, en parte recuerdos de su convivencia con el cantante, fueron subastadas el fin de semana por Sotheby's por un valor de 3,8 millones de dólares. Según ella misma admitió, se trató de una suerte de "desprendimiento" y de "mirar hacia adelante".
Revelaciones
En tanto, el guitarrista Richards pareciera dar muestras de haber perdido toda clase de miedo si se echa un vistazo a sus memorias. Mientras Jagger se dedicaba al sexo, Richards se abocaba al consumo de drogas, lo que evidentemente no llegó a nublar sus recuerdos.
"Fue a principios de los años 80 cuando Mick comenzó a ponerse insoportable", escribió. "Creo que Mick piensa que le pertenezco", continúa. La frutilla del postre: Jagger tiene un tiny todger, es decir que no está bien dotado, sostiene Richards.
Dos estrechos compañeros de ruta del cantante decidieron -casi al mismo tiempo- ventilar sus memorias, que no dejan muy bien parado al cantante de los Rolling Stones. Pareciera que en el camino por lograr "Satisfaction" los otros le eran a Jagger bastante indiferentes, si se les da crédito a las confidencias.
A su mujer la engañó a poco de nacer la primera hija que tuvieron, aún antes de que ella pudiera superar la depresión post parto.
En lo que casi parece una ruptura terapéutica con el pasado, la ex esposa de Jagger, Jerry Hall, quien contra viento y marea procuraba resguardar su intimidad, publicó su biografía el fin de semana. Además subastó obras de arte que datan de los años en los que convivió con Jagger.
Como si esto fuera poco, también su compañero en la banda, el guitarrista Keith Richards, dio a conocer extractos de sus memorias que saldrán a la venta el 26 de octubre. Ninguno de los dos se guarda nada y añaden así nuevas fisuras al mito Jagger.
Hall sufrió sobre todo de la adicción a las mujeres que aparentemente poseía Jagger. "Conseguí apartarlo de las drogas y pensé que podría quitarle también la costumbre de las mujeres", escribe la ex modelo. Durante 20 años asumió la lucha. "Era un peligroso predador sexual, nunca me sentí segura con él", afirmó.
A pesar de los cuatro hijos en común y del casamiento que se suponía debía afianzar a la pareja, la angustia fue en vano. En 1998 Hall se divorció luego de enterarse de que Jagger esperaba un hijo tras uno de sus affaires. "Fue demasiado", indicó Hall.
Ella vive ahora junto con sus hijos en Londres y parece haber superado el trauma en torno de Mick. Catorce obras de arte de su colección, en parte recuerdos de su convivencia con el cantante, fueron subastadas el fin de semana por Sotheby's por un valor de 3,8 millones de dólares. Según ella misma admitió, se trató de una suerte de "desprendimiento" y de "mirar hacia adelante".
Revelaciones
En tanto, el guitarrista Richards pareciera dar muestras de haber perdido toda clase de miedo si se echa un vistazo a sus memorias. Mientras Jagger se dedicaba al sexo, Richards se abocaba al consumo de drogas, lo que evidentemente no llegó a nublar sus recuerdos.
"Fue a principios de los años 80 cuando Mick comenzó a ponerse insoportable", escribió. "Creo que Mick piensa que le pertenezco", continúa. La frutilla del postre: Jagger tiene un tiny todger, es decir que no está bien dotado, sostiene Richards.